Los maglev se cuentan entre los medios de transporte más
seguros y rápidos de la tierra, un hecho muy importante de la tecnología y la
física más moderna. ¿Cómo funcionan? ¿Qué velocidad pueden alcanzar? ¿Son
seguros?
Gracias al transporte por levitación magnética (o cuántica),
una increíble forma de usar lo que sabemos sobre los superconductores, podemos
alcanzar hasta los 603 km/h. Hablamos, por supuesto, de un maglev, un tren
movido gracias a estos efectos físicos. En concreto, del Shinkasen L0, el
maglev japonés que ha batido el máximo récord de velocidad. Con semejante
artilugio, el transporte se convierte en algo casi instantáneo, pudiendo
recorrer enormes distancias en apenas un rato. Y ¿Es peligroso? ¿Cómo hace el
tren para coger semejante velocidad? ¿Hay otros medios más rápidos de
transporte? Hoy hablamos de ello:
¿Qué es un maglev?
Un maglev no es otra cosa que un vehículo sobre un raíl (un
tren, vamos) que emplea algunas propiedades magnéticas y cuánticas para
levitar. El tren flota sin tocar nada en absoluto de la vía o el suelo. De esta
manera se reduce enormemente la resistencia por fricción, uno de los
principales problemas para alcanzar la alta velocidad. Además, usa el sistema
magnético para tomar impulso, de manera que puede llegar a conseguir una
velocidad sencillamente increíble. Los maglev son capaces de superar, con
creces, la velocidad de los actuales trenes bala, los cuales recorren Europa de
punta a punta. Por ejemplo, el AVE español no pasa de los 305 km/h mientras que
el maglev chino, viaja a una velocidad rutinaria de 450 km/h. La línea japonesa
del Shinkasen, la que ha batido el récord actual, es todavía pequeña pero
pretende alargarse por todo el país.
Además, cuanto más grande sea, las posibilidades de alcanzar
una mayor velocidad aumentan. También, debido a su diseño, según va más rápido,
el maglev es más estable, convirtiéndose en uno de los medios de transporte más
seguros del mundo. Los maglev tienen intención de sustituir a los trenes bala
en largas distancias. Incluso son capaces de competir con los aviones, debido a
su comodidad y velocidad, además de su coste. Aunque no es nada pequeño, y
obviando la inversión inicial de infraestructura, la activación de un maglev es
relativamente más barata que el consumo de combustible de un avión, aunque el
mantenimiento de las instalaciones también puede resultar más caro. Los maglev
se cuentan entre los vehículos más rápidos sobre la faz de la tierra y aún no
han alcanzado su tope. A día de hoy solo
unos pocos maglev están activos formalmente: en Japón y China; aunque otros han
funcionado a lo largo de los años y hay muchos proyectos de implementación.
¿Cómo funciona la
levitación magnética?
Esta es la base de los maglev. El tren se somete a un fuerte
campo magnético (unas 100.000 veces más potente que el de la tierra), originado
por imanes de superconducción. El campo magnético, aunque potentísimo, solo
afecta a la parte de sustentación del vehículo y a los raíles, los cuales
inducen y controlan, en los verdaderos maglev, la velocidad, dirección y
levitación del vehículo. La misma tecnología de los maglev se emplea también en
otros trenes que usan ruedas como guía, pero estos híbridos no se consideran
maglev. Y es que los maglev literalmente flotan a unos 10 centímetros de
cualquier superficie. No pueden separarse mucho más ya que el efecto se disipa
rápidamente con la distancia. Sin embargo, podríamos comprobar con nuestras
manos que el enorme y pesado tren está completamente en el aire. Con los
imanes, como decíamos, podemos inducir al tren a que viaje hacia una dirección
u otra, usando la atracción y repulsión controlada de los campos magnéticos. Es
muy parecido a cuando tratamos de unir dos imanes.
Pero alcanzar 600 km/h tiene una serie de inconvenientes.
Cualquier vehículo que no esté diseñado para viajar a esa velocidad
descarrilaría sin remedio. Por ello, los maglev de China y Japón están
especialmente diseñados para aprovechar el aerodinamismo y el comportamiento de
los fluidos, que a cierta velocidad cambian por completo de comportamiento,
para ser cada vez más estables según aumentan su velocidad. De esta manera, el
tren nunca se saldrá de la vía ya que el empuje del aire y los raíles lo
"bloquean" en su posición.
En teoría, los maglev son capaces de alcanzar los 6.440 km/h
y superarlo (más de 10 veces el récord actual), usando un tubo de vacío. La
mayor parte de energía, como en todo medio de transporte, se usa para romper
con la fricción que reduce la velocidad del vehículo. En un tubo de vacío esta
fricción se reduce a prácticamente 0, por lo que las posibilidades son
impresionantes. Eso sí, tanto los superconductores como el mantenimiento de
toda la instalación es carísimo. Esta es la principal razón por la cual no se
han extendido los maglev rápidamente. Aunque, admitámoslo, a la velocidad que
avanzamos tecnológicamente, solo es una cuestión de tiempo que lo hagan.